Pilates y embarazo

Durante el periodo de gestación las mujeres se ven sometidas a cambios en su cuerpo como el aumento de peso, y volumen, la acentuación de las curvas fisiológicas de la espalda, alteraciones del sueño, etc.

Estos aspectos influyen notablemente en la mujer haciendo que florezcan lesiones antiguas o provocando nuevas patologías en algunos casos. Por ello, la práctica de una correcta actividad física durante el embarazo mejora la capacidad cardiovascular, favorece la corrección postural y el tono muscular, evita un aumento excesivo de peso, disminuye las molestias digestivas, reduce la depresión, la ansiedad y el insomnio lo cual proporciona a la mujer una mejor calidad física preparándola para afrontar el embarazo y el parto con menores riesgos.

Según el American College of Obstetricians and Gynecologists (2002, 2004) las embarazadas deben hacer ejercicio moderado al menos 30 minutos todos o casi todos los días. La práctica del Método Pilates con el personal adecuado reúne los requisitos para ser considerada segura y correcta en el logro de los objetivos planteados para un embarazo saludable y un parto y una recuperación con las mínimas complicaciones. Esta práctica de acondicionamiento físico es recomendada por su bajo impacto articular destacando el acondicionamiento cardiovascular, fortalecimiento muscular, aumento de flexibilidad, mejora de la postura, aumento de la capacidad respiratoria y de la concentración. La mujer embarazada adquirirá también un mayor control corporal, aprenderá a escuchar las señales de su cuerpo y será capaz de dominar voluntariamente los movimientos.

Las madres que han realizado Pilates indican embarazos más llevaderos, mayor seguridad física y una mejor actitud mental hacia el parto y el post-parto. Por tanto, Pilates es un sistema ideal para embarazadas y una alternativa sólida para la recuperación post-parto.

Pilates Nervión ofrece clases individuales para embarazadas atendiendo a sus necesidades y respetando los principios citados anteriormente. Así mismo, se recomienda a las mujeres consultar al médico antes de realizar cualquier actividad física si se aprecian, entre otros, los siguientes síntomas:

– Trastornos cardiacos o respiratorios.

– Diabetes desarrollada antes o durante el embarazo.

– Historial de partos prematuros o abortos.

– Tensión alta.

– Hemorragias durante la gestación.